En Wuhan se levantaron decenas de carpas y unidades móviles en cada barrio. En total se establecieron 231 puntos de muestreo. La capacidad que han tenido para realizar todas las pruebas fue abrumadora: el 15 de mayo, por ejemplo, tomaron muestras a 113.609 personas. Pero el 22 de mayo la cifra casi llegó al millón y medio de test en menos de 24 horas. Además, se recogieron al azar 35.961 muestras para volver a analizarlas y garantizar la precisión. Todo esto ha costado al Gobierno casi 900 millones de yuanes (111 millones de euros).
También hay que precisar que las autoridades sanitarias utilizaron lo que se conoce como «prueba de grupo». En cada análisis, combinaron las muestras de al menos 10 personas que se sometieron a los test. Eso significa que si salía negativo, ninguno tenía la Covid-19. Pero si daba positivo, había que realizar un nuevo análisis, pero esta vez volviendo a hacer test a todas aquellas personas y luego analizarlas individualmente. Las autoridades de salud también tomaron 2.315 muestras ambientales en áreas públicas, autobuses, metro, centros comerciales y parques. Y hasta se realizaron análisis a muchos perros y gatos. No encontraron ningún rastro del virus.
Aún quedan muchas incógnitas sobre el origen del virus y su cronología. A principios de agosto, un equipo de avanzadilla de la OMS visitó Wuhan para tratar de identificar la fuente potencial de infección de los primeros casos de la Covid-19. El propósito es descifrar el origen zoonótico de la enfermedad. Mientras, desde Pekín ya hay dos compañías que han anunciado esta semana grandes avances en su desarrollo de la vacuna. Según la prensa oficial del Partido Comunista, la biofarmacéutica CanSino Biologics y el Instituto de Biotecnología de Pekín ya tienen la primera patente de una candidata a vacuna contra la Covid-19. También, la farmacéutica china Sinopharm Group ha comunicado que que la vacuna en desarrollo por su empresa estará disponible en diciembre con una producción anual de más de 200 millones de dosis.
Aún falta confirmar la seguridad total y efectividad en la fase III del ensayo clínico en humanos en la que se encuentran. Hay opiniones enfrentadas entre los expertos sobre cuándo el mundo podrá empezar a inyectarse estas vacunas. Pero en Wuhan, el epicentro de la pandemia que también fue el primer centro de ensayo en humanos de la candidata a vacuna de China, ya disfrutan del chapuzón de normalidad.