Las tiendas y grandes superficies de los centros urbanos han sufrido mucho durante la fase álgida de la pandemia de COVID-19, pero tras los desconfinamientos muchas tiendas de las zonas residenciales y sus alrededores todavía se verán beneficiadas por la escasa disposición de los consumidores a aventurarse lejos de sus hogares.
Aunque las ventas al por menor parecen estar repuntando —con un aumento del 17,8% en la zona euro en mayo, y en Reino Unido cerca de los niveles previos al confinamiento según los datos de junio— los compradores están optando por un radio de acción mucho más reducido, lo que hace que los distritos comerciales más famosos de Europa, desde el West End londinense hasta el Kurfürstendamm berlinés, se vean afectados por la falta de personal de oficina y de turistas.
En las principales calles comerciales de Alemania, en Hamburgo, Colonia y Berlín, la afluencia en junio fue hasta un 50% menor que un año antes, según la Federación Alemana de Minoristas, mientras que en el West End londinense bajó un 75%, según la New West End Company, una asociación de empresas de comercio minorista y propietarios de inmuebles de la zona.
Muchos consumidores se han pasado a comprar productos por Internet, pero también se dirigen a las tiendas de las zonas residenciales y el 46% de los consumidores de toda Europa tiene previsto comprar más al comercio local en el largo plazo que antes de la pandemia, según datos proporcionados por Ernst & Young.
La tendencia podría significar un cambio significativo en los patrones de ingresos de los principales propietarios de inmuebles para cadenas minoristas en Europa, entre ellos Unibail-Rodamco-Westfield, Klepierre, y Carmila, que alquilan inmuebles tanto a centros comerciales del centro de ciudades como en los extrarradios.
La alemana ECE, que opera cerca de 200 centros comerciales en toda Europa, dijo a Reuters que los centros en áreas con una base de clientes locales se están acercando a los niveles de antes de los confinamientos, mientras que los establecimientos del centro de ciudades tienen solo dos tercios de su base de clientes habitual.
En Reino Unido, los compradores están comprando localmente no sólo productos de primera necesidad, sino también otros artículos como ropa que normalmente comprarían en el centro de la ciudad, según Jonathan de Mello, de la consultora de ventas al por menor Harper Dennis Hobbes. “La gente está siendo muy cuidadosa acerca de dónde y cuántas veces compran”, dijo.
En los establecimientos comerciales del centro de Londres y de las ciudades más grandes del Reino Unido, la afluencia de público entre el 14 de junio y el 12 de julio fue entre un 69,2% y un 75% menor que en el mismo período del año pasado, según la empresa de análisis Springboard.
Las calles principales de poblaciones más pequeñas experimentaron una caída del 42,1% mientras que en la periferia de Londres fue del 40%, alrededor de un tercio mejor que el centro de Londres, aunque aun así supone una pérdida sustancial con respecto al año pasado.
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