El sobrepeso de los turistas ha obligado a los gondoleros de Venecia (Italia) a reducir la capacidad de sus botes para evitar, entre otras cosas, que el casco se hunda y comience a entrar agua, situación que califican de «peligrosa».
Por ese motivo, decidieron que las góndolas que recorren los canales pasen de llevar seis a cinco personas, mientras que los botes de mayor tamaño que recorren el Gran Canal pasaron de 14 a 12.
«Es verdad que comparado con hace 10 ó 15 años, los turistas pesan un poco más», comentó Andrea Balbi, presidente de la asociación de gondoleros de Venecia. «A diferencia de un ascensor», donde hay un cartel que dice «solo seis personas o un peso máximo», ellos no cuentan con balanzas, por lo que la solución fue «reducir el número de pasajeros», explican.
Otro de los motivos que esgrimieron los gondoleros para tomar esta medida fue que los botes están construidos para llevar a cinco turistas. «La sexta persona termina sentada en un lugar sin un cojín», explica Balbi.
En este sentido, el presidente de la asociación de gondoleros sustitutos, Raoul Roveratto, ratificó que «los turistas tienen ahora sobrepeso» y describió que cuando los barcos están totalmente cargados «el casco se hunde y entra agua». «Avanzar con más de media tonelada de peso en el bote es peligroso», expresó.
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