“La Biblioteca Pública del Estado ha sido habilitada para recibir pacientes asintomáticos. Los ubicamos en un gran salón con todas las comodidades”, anunció el lunes el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, quien dio positivo para COVID-19 esta semana. La adecuación del espacio cultural se une a otros sitios como la Villa Deportiva Arquímedes Herrera, el Palacio de Eventos y algunos moteles de Maracaibo que funcionan como centro de aislamientos de pacientes con coronavirus.
Por Crysly Egaña / El Nacional
El Ministerio de la Salud indicó que el Hospital Universitario de Maracaibo y el Hospital General Santa Bárbara serían los centros centinelas en el estado Zulia.
Pero al aumentar los casos en la entidad, por un foco generado en el Mercado “Las Pulgas” de Maracaibo -que reúne a más de 20.000 trabajadores en 120.000 m²- se sumaron el Hospital Dr. Adolfo Pons, el Hospital Chiquinquirá, el Hospital Dr. Manuel Noriega Trigo y el Hospital Pedro García Clara.
Una persona puede contraer COVID-19 al tener contacto con otra que está infectada con el virus a través de gotas de la nariz o de la boca cuando la persona tose. También si tiene contacto con objetos o superficies infectados con estas mismas gotas. Por eso el lavado de manos y las medidas de distanciamiento físico son cruciales.
En total hay seis hospitales dedicados a la atención del COVID-19, pero no se dan abasto. Hasta este jueves, se reportan 8.372 casos y 80 fallecidos en todo el territorio nacional: de estos, 1.791 casos y 29 muertes pertenecen al Zulia, el estado con mayor casos de COVID-19 en el país. La región se mantiene en “cuarentena radical estricta”, según el gobernador.
Prieto indicó que “se restauró toda la biblioteca comenzando por los chillers (aires acondicionados), en la parte posterior hay un salón y según la distribución que estamos haciendo tiene una capacidad para más de 600 personas. Es como el Palacio de Eventos en una pequeña dimensión”, recoge el diario local Panorama.
Sin embargo, una nota de prensa de VTV, indica también que se adecuaría “el salón de usos múltiples de la Biblioteca Pública María Calcaño, como Punto de Atención Social Integral (Pasi) para albergar a connacionales que retornan al país mediante el Plan Vuelta a la Patria”.
“Están desnaturalizando una biblioteca para convertirla en un hospital. Hay espacios en la ciudad que están desocupados y que podrían considerarlos antes de usar una biblioteca. ¿Qué sentido tiene convertirla en un hospital?”, se pregunta Luis Perozo, escritor marabino asiduo a los espacios del recinto cultural ubicado en la avenida El Milagro.
Agrega: “En esa misma avenida está el Coliseo de La Cotorrera, que tiene un salón gigantesco, tiene instalaciones para duchas, y una cantidad de cosas que no tiene una biblioteca. También está el Comando regional de la GNB, que es complejo gigantesco, más grande que la biblioteca, además ese edificio tiene hospedaje para los guardias nacionales. ¿Por qué no usar esos espacios? Incluso en esa misma avenida está La Barraca. En situaciones calamitosas se adaptan estadios y lugares militares, no bibliotecas”.
La biblioteca, obra del arquitecto Enrique Nones, tiene al menos 7.000 m². Luego de tener varias sedes, se inauguró un edificio moderno el 24 de enero de 2008, cuyo nombre le hacía honor a la poetisa María Calcaño. Pero, años después, pasó a llamarse Biblioteca Pública del Zulia. María Calcaño es ahora una sala.
Cuando se le daba forma al catálogo de la biblioteca, en 2006, el equipo de Libros El Nacional realizó asesorías y acompañamiento. Pese a ello, Rosalexia Guerra, gerente de libros El Nacional, advierte: “Desconozco el estado de los libros, pero si el fondo no fue cuidado, los libros pueden generar hongos que afectan principalmente al sistema respiratorio. Es un factor que debería tomarse en cuenta si tendrán pacientes con coronavirus”.
Para 2016, de acuerdo con la página web de la biblioteca, tenía al menos 45.000 títulos. Cuenta con una sala de referencia, la sala general (con 250 puestos de lectura y 44 de computación), una sala infantil (con 102 puestos y 14 de computación), una sala braille, una sala de conferencias (con capacidad para 70 personas), una sala digital (con 50 estaciones de trabajo) y una videoteca. Cada piso tiene dos o cuatro baños. También tiene un comedor pequeño para los empleados y un pequeño cafetín, más áreas verdes comunes. También salvaguarda el Acervo Histórico del estado Zulia.
Detrás de estos espacios hay un gran salón que pareciera ser el destinado a albergar a los pacientes. Se llamó Sala de Artes Integrales, y se creó cuando Francisco Arias Cárdenas era gobernador. Una nota de prensa de la Secretaría de Cultura indica que es un “área de 900 metros cuadrados” destinada al sistema de orquestas en aquel entonces, pero el ofrecimiento nunca se formalizó. Solo tiene dos baños.
“Esta es la primera etapa de la Sala de Artes Integradas, en los próximos meses procederemos a la adecuación de la acústica, la construcción de anfiteatro y una galería, todo esto ubicado en la parte posterior de la Biblioteca Pública “María Calcaño”, dice la nota de prensa.
En 2014 se realizó un concierto binacional con 140 jóvenes venezolanos y 36 colombianos en esta sala, de acuerdo a una nota de prensa del Consulado de Colombia en Maracaibo.
La presidenta de la biblioteca, Amanda Antillano, no contestó a la solicitud de comentarios para esta nota.
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