Hay roles más demandantes que otros en cuanto a lo corporal. Y Brad Pitt sabe de exigencias: tuvo varios papeles en el cine en los que su estado físico y su figura cobraban especial importancia. Así que el actor de las facciones perfectas tuvo que sumar mucho ejercicio para alcanzar el cuerpo y las habilidades que algunos papeles le exigían.
Uno de los responsables de que el actor lograra estar a la altura de Tyler Durden en El club de la pelea (1999) y de Mickey O’Neil en Snatch: cerdos y diamantes (2000) fue el famoso entrenador de boxeo Joe Goossen. En una nota con Microsoft News, el deportista reveló detalles y elementos que fueron clave al trabajar con el actor.
Goossen contó que el actor fue a buscarlo a su gimnasio Ten Goose Boxing de Los Ángeles porque él no solo quería parecer fuerte, sino que quería serlo. Después de la primera charla, en la que hablaron de los papeles que tenía que interpretar -especialmente el de O’Neil, que necesitaba saber dar buenos derechazos (lo suficientemente fuertes como para tirar al oponente al piso)-, armaron una estrategia. «El secreto era darle todas las herramientas y enseñarle los fundamentos. Necesitas tener equilibrio y delicadeza. Solo obtienes eso trabajando la mano izquierda y todo lo demás también. Fue un programa intenso. Quería hacerlo un luchador completo», detalló el entrenador.
Pitt nunca había boxeado ni entrenado demasiado, por lo que Goossen ideó un plan de 5 semanas para dejarlo listo. Eran al menos 2 horas al día y el entrenador no le tuvo compasión, según contó. Pasaron 20 años de esos icónicos papeles que mostraban al actor en uno de sus momentos más populares, y Goossen sacó de la caja de los recuerdos el entrenamiento que preparó para convertir al actor en un luchador. La rutina estuvo basada en hipertrofia combinada con cardio de alta intensidad. Para la película dirigida por Guy Ritchie, Pitt redujo su grasa corporal 5% gracias a estos ejercicios y a una estricta alimentación, que se basó en consumir más proteínas y ciertos suplementos.
La rutina
Además, Joe Goossen reveló que los ejercicios variaban a un grupo muscular diferente cada día, lo que le permitía recuperarse por completo para maximizar el crecimiento muscular. Las jornadas terminaban con una dosis de cardio, que era ideal para quemar la grasa sin tener que sacrificar músculo.
Entre los ejercicios que eligió el entrenador para potenciar a Pitt se encuentran: saltar la soga, pegarle a la bolsa para entrar en calor y después seguir en la bolsa de boxeo de doble extremo, unos minutos con las manoplas de enfoque, darle golpes al aire (shadow boxing), entre muchos otros. El resultado fue, confesó Goossen, mucho mejor de lo esperado. Además aseguró que sobre Brad conserva los mejores recuerdos, incluso remarcó en la entrevista una actitud que se ganó a todos los miembros del gimnasio: cuando el actor llegó al centro de entrenamiento con varias donas para compartir.
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