Terminó el Himno Nacional y la pantalla se fue a negro. El televisor confirmó una amenaza proferida cinco meses antes: Radio Caracas Televisión (RCTV) se desvanecía del canal dos. Por primera vez la televisión venezolana fue herida de muerte, y con ella, todo un país que esperaba que todo fuera un mal sueño.
Ronny Rivas reconstruye ese momento en su mente. Estaba en en el estudio mirando fijamente el reloj que fue un juez esa noche. Era el director y orquestaba un asesinato que se iba a cometer en minutos. Él cerró el canal tras concluir con las últimas palabras de Nelson Bustamante; entregó la señal y la pantalla se oscureció.
—Todos nos quedamos esperando un milagro que nunca llegó.
El caraqueño continúa el relato describiendo que volvió a sentir el escalofrío que lo envolvió hace 13 años, en el cierre de RCTV, el 27 de mayo de 2007. Fue el martes 18 de mayo. En su propia casa, una barra azul anunció que la empresa en la que trabajaba, Directv, sacó todos sus canales del aire. No había transmisión. Su teléfono se abarrotaba de mensajes, pero nada estaba confirmado. La televisión fue nuevamente herida y la muerte era inminente tras una reunión con la directiva que confirmó el deceso. Directv cesó sus operaciones en el país.
Es duro pasar por esto dos veces. Más cuando fueron dos empresas que cuidaban mucho a sus empleados. En los últimos tres meses Directv nos otorgó bonificaciones especiales para que los trabajadores pudiéramos comprar comida debido a la emergencia por la pandemia. También aumentaron la tasa del seguro HCM para que tuviéramos la tranquilidad en caso de que necesitáramos ir al médico. ¿Tú crees que una empresa que sepa que vaya a cesar operaciones en un país hace aumentos o entrega bonificaciones?, realmente eso no lo hace ninguna empresa que quiera marcharse del país”, afirmó Rivas.
A Ronny le cuesta hablar de ello. No por la tristeza que todavía esboza en cada palabra, sino desde la impotencia de que un hecho similar vuelva a suceder. El hombre con más de 30 años de experiencia en la televisión se queda sin trabajo nuevamente y lo describe como un vacío en el alma.
“Cuando salí de RCTV tenía una vida muy estable y es muy difícil volver a conseguir una empresa en Venezuela que pueda darte cosas tan importantes como la estabilidad. Yo considero que fue una bendición poder trabajar en RCTV y Directv. Es duro ver a los compañeros preguntando por los grupos: ‘¿Ahora qué hacemos?’”, dice.
RCTV fue una escuela para muchos. De hecho, muchos definen al canal como la Academia del Cine y Televisión en Venezuela. A los trabajadores se les ofrecía no un empleo, sino la oportunidad de desarrollar todo su potencial como seres humanos. Se aplicaba un sistema de meritocracia que permitió ascender gradualmente en su actividad profesional a quienes se empeñaban en mejorar su desempeño.
Foto: Ronny Rivas
Rivas comentó que entró al canal como mensajero de videoteca. Desde ahí, decidió tomar los cursos que la empresa brindaba para fortalecer las capacidades de sus empleados. El talento humano que se mantenía dentro de las paredes del canal dos también fue un pilar fundamental, dice, cuando se trataba de hacer televisión.
El escalafón siguiente fue el cargo de director. Ronny no olvidaría el salón con luces azul marino y al doctor Eladio Lares sentado en las características sillas de ¿Quién quiere ser millonario?. Desde la consola coordinaba que la perfección se reflejara en cada televisor, en cada hogar, en cada venezolano.
Fueron 14 años en el canal hasta el 27 de mayo del 2007. Las palabras del fallecido ex presidente Hugo Chávez se hicieron realidad un domingo, el más largo para más de 1.500 empleados de la empresa y que lloraron por las mordidas del autoritarismo.
A las 11:50 pm, 10 minutos antes de que Ronny presionara el botón que terminó con 53 años de historia, Nelson Bustamente se dirigía a la audiencia con estas palabras: “Venezuela, jamás pierdan las esperanzas. Nos vemos pronto”. Pero, ese “pronto” sigue rodeado de puntos suspensivos. Rivas comentó que, en ese momento, muchos trabajadores desempleados fueron marginados por la sociedad que los tildaba de “golpistas” por solo pertenecer al canal.
“Quizás la gente no lo sabe, pero lo que vivió el empleado de RCTV fue muy duro porque cuando te colocabas la chaqueta con el logo del canal era considerado un privilegio, la gente en la calle te respetaba mucho. Pero, resultó ser que, por cuestiones políticas, eso fue cambiando y el empleado empezó a sufrir odio. Por experiencia propia, esos últimos tres meses fueron muy duros, muchas veces tuve que esconder mi carnet porque en la calle te podían tildar de que querías derrocar el gobierno. Y es totalmente falso porque el venezolano que trabajaba en RCTV solo quería echar para adelante”, expresó.
El primer golpe
Rivas tardó más de un año y medio en conseguir nuevamente un empleo. Lo llamó Carlos González, quien fue gerente de deportes en RCTV y ahora era vicepresidente de programación en Directv. Le permitió ingresar a la empresa como editor. Tiempo después, se le dio la oportunidad de asumir el cargo de director de transmisiones deportivas.
“Estábamos trabajando en la transmisión de la Superliga de baloncesto, en el fútbol de Segunda División y la Major League Béisbol (MLB). Esos eran nuestros tres grandes proyectos antes de la pandemia”, dice. La nostalgia se impregna en sus palabras al hablar sobre otra ventana que cierra sus puertas.
Foto: Ronny Rivas
“Siento que dejaron a todo un país sin una ventana para distraerse, porque en Directv no se transmitía una información en contra de alguien o algo, se trataba de ofrecer una distracción para los venezolanos. Escucho a unos compañeros que me dicen ‘Ahora no sé qué ponerle a los niños para que se entretengan’. Eso pega porque de alguna manera van acorralando más al venezolano a un tipo de vida a la que, personalmente, no estoy acostumbrado. Porque yo quiero tener un televisor y poner lo que yo quiera ver, no que alguien dictamine qué es lo que yo tengo que ver. Es difícil porque siento que estamos en un túnel muy largo y no se ve la luz al final del camino”, agregó.
Ronny desea que la vida le permita volver a estar en un estudio de Directv, o quizás en la sala de transmisiones del canal de Quinta Crespo para conseguir la revancha contra el reloj que fue juez aquella noche en RCTV. Él desea recorrer nuevamente los pasillos blancos que representaron un refugio para la libertad de expresión. También imagina estrechar nuevamente su mano con el doctor Eladio Lares, sobre todo, es tajante al responder la última pregunta de la entrevista:
—¿Qué haría en caso de que RCTV vuelva al aire?
—Una de mis frases en el documental de RCTV fue que si el canal volvía a la señal abierta, me permitieran hacer la transmisión de inicio. Todavía tengo ese sueño, y si Dios me da vida espero que se cumpla.
