Las seis cofradías de la Parranda de San Pedro que coexisten en Guatire, firmaron un acuerdo para respetar las medidas de cuarentena y cumplir con la festividad religiosa el próximo 28 y 29 de junio.
Con información de AVN / Alberto News
A diferencia de años anteriores, los parranderos no podrán pintar sus rostros de negro, y aunque podrán llevar la indumentaria tradicional, deberán tener tapabocas.
Las imágenes de San Pedro de cada parranda, serán entregadas al párroco sin realizar ceremonia alguna.
Se permitirá la mínima presencia de personas en el recinto religioso durante la misa y solo participarán con 7 integrantes: un banderero, un cargador del santo, una María Ignacia, los dos Tucusitos y dos sanpedreños.
Al concluir la misa, las parrandas no cantarán, ni bailarán fuera de la iglesia, para evitar la concentración de personas en en la Plaza 24 de julio.
Vea también: Ya no se puede ni manifestar: régimen detuvo a tres ciudadanos en Carora por protestar
Cada uno deberá retirarse sin ceremonia adicional a sus casas y continuar cumpliendo con la cuarentena.
Estas medidas están incluidas en el documento que fue firmado por las parrandas: San Pedro de Guatire, Fundación Parranda de San Pedro de Guatire, Barrio Arriba; Virgen del Rosario; Valle de Pacairigua y la del Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco, CEA.
La historia de la Parranda de San Pedro
Todos los 27 y 28 de junio, el pueblo de Guatire se engalana para festejar la tradicional Parranda de San Pedro, una actividad cultural y religiosa en la que un grupo de cofradías, simulan una parranda para recordar la promesa de una negra esclava llamada María Ignacia, que habitaba en el valle de Guatire y cuya hija enfermó de gravedad, por eso le pidió a San Pedro que intercediera por la sanación de su pequeña, y si lo hacía, ella le prometía salir a bailar y a cantarle todos los días 29 de junio, fecha del santoral de San Pedro Apóstol.
La niña sanó y la noticia de la promesa que había hecho María Ignacia se regó por toda la zona. Los demás esclavos decidieron acompañarla en su canto y baile.
Con el transcurrir de los años, María Ignacia enfermó y falleció, su esposo, para no romper la promesa que había hecho, decidió vestirse con un vestido, abultar su abdomen con trapos, para simular un embarazo, y salió a «parrandear» junto a sus dos hijos varones.
Con el pasar de los años, los esclavos siguieron pagando la promesa todos los 29 de junio. Un hombre se viste como María Ignacia, con una muñeca en sus brazos (Rosa Ignacia) y dos niños que siempre bailan cerca de «María Ignacia».
Con información de AVN / Alberto News
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.