La recuperación económica de Paraguay tras el impacto que dejará la crisis del coronavirus «no va a ser rápida», señaló este lunes 18 de mayo, el ministro de Hacienda, Benigno López, durante una reunión gubernamental en el Banco Central del Paraguay (BCP) para evaluar las medidas de reactivación y los resultados de la cuarentena.
EFE
El Gobierno paraguayo cuenta ya con un escenario negativo en el que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) va desde el 1 % estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2020 hasta el 2,5 % del BCP.
«La economía va a empezar a recuperarse, pero no va a ser rápida, no va a ocurrir de la noche a la mañana. El plan de recuperación (que prepara el Gobierno) va a ser importante, pero no va a ser suficiente en atención al costo que está teniendo la crisis», manifestó López.
El esfuerzo fiscal y monetario hecho hasta el momento para paliar la crisis es «superior a 7 puntos del PIB», según el ministro, lo que unido al préstamo de 1.600 millones de dólares aprobado durante la pandemia elevará un 6 % el déficit fiscal.
López recordó que el Gobierno ultima un Plan de Reactivación de la economía, aprobado en líneas generales por el Equipo Económico Nacional (EEN) el pasado viernes, pero todavía con detalles por cerrar.
La propuesta del Ejecutivo para levantar la economía paraguaya pospandemia pasa por una fuerte inversión en obras públicas y construcción masiva de vivienda, además de reforzar los programas de asistencia social y de formalizar el empleo.
«Una inyección fiscal para inversión publica es clave para este momento. Creo que el Estado va a liderar el proceso de recuperación. No podemos exigir al sector civil ese esfuerzo ante tanta incertidumbre; tiene que ser un esfuerzo fiscal», aseguró.
El coste del Plan de Reactivación oscila entre 2.000 y 2.500 millones de dólares, sin que eso implique para Hacienda «una deuda nueva», a pesar de que el propio ministro reconoció no estar «tan seguro».
APERTURA ECONÓMICA Y RECUPERACIÓN DEL EMPLEO
La ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo, reconoció durante su turno que el coronavirus también ha destruido unos 10.000 puestos de trabajo entre marzo y abril, a los que se suman más de 100.000 suspensiones de contrato.
No obstante, la titular de Empleo aseguró que con la primera fase de la «cuarentena inteligente», como ha llamado el Gobierno al levantamiento gradual de las medidas, se ha observado un ligero cambio de tendencia.
«Estamos viendo que de a poco vuelve a la actividad económica», apuntó la ministra.
Al igual que López, Bacigalupo asumió que «esta crisis no va a ser de corta duración» y por eso pidieron a Hacienda una prolongación de las compensaciones económicas para los trabajadores.
Además, su cartera trabaja en una ley de seguro de desempleo y un plan de empleo para proteger y crear puestos de trabajo, tanto para los que se han quedado sin él como para los paraguayos que están regresando del exterior.
CONFIANZA EN EL CAMBIO DE FASE
Las autoridades sanitarias evaluarán este viernes si Paraguay pasa a la fase 2 de la cuarentena inteligente, que permitirá la vuelta a la actividad de otros sectores y la apertura de comercios de hasta 800 metros cuadrados.
Durante su intervención, la ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, se mostró optimista con el cambio de fase y sostuvo que «aparentemente están dadas las condiciones».
En cuanto a las perspectivas de su cartera, Cramer admitió que «hay un signo de interrogación gigantesco» en cuanto al comercio internacional y el equipo de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex) busca nuevas tendencias y mercados que podrían emerger tras la pandemia, con una apuesta especial por la alimentación y la farmacia.
«Tenemos el desafío de que muchas de nuestras industrias tienen una vinculación directa al comercio exterior y, en ese sentido, estamos pendientes de los resultados de cómo avanza la pandemia entre nuestros vecinos, porque eso son impactos directos que van a recibir los proveedores locales», expresó.
REESTRUCTURACIÓN EN SALUD
En su turno, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, también expuso los cambios que se prevén en su cartera, que pasan por mejorar la gobernanza y los servicios, mejorar los procesos de compras de medicamentos y material sanitario e integrar los servicios sanitarios, que se encuentran fragmentados.
«La verdad es que tenemos un sistema que está segmentado y lo que hoy se invierte tiene mucha duplicidad e ineficiencia y no tiene los resultados que pudiéramos alcanzar», señaló.
Mazzoleni insistió en que para superar la crisis no se pueden separar las cuestiones sanitarias de las económicas y pidió una inversión suficiente en el sistema de salud.
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