En Australia, siete personas dieron positivo por coronavirus después de asistir a una boda en Bali desafiando las advertencias de las autoridades.
Actualidad RT
En buena parte, un alto porcentaje de la sociedad no tomaba en serio, a mediados de marzo, la peligrosidad y el rápido nivel de contagio del coronavirus. Es lo que sucedió a una pareja de enamorados australianos, Matt y Jess, que ante el engorro de anular su boda de en sueño en Bali —y pese a las recomendaciones del primer ministro de Australia, Scott Morrison, de no viajar al extranjero— mantuvieron el idílico enlace, informa Daily Mail.
En total los novios habían invitado a 120 personas. Pero de la totalidad de comensales, solo treinta desoyeron a las autoridades, aún sabiendo que a la vuelta les tocaría una larga cuarentena de 14 días, y acompañaron a Jess y Matt a su desposorio en el paraíso indonesio.
«Pienso en lo agradecidos que estamos por el sacrificio que cada uno [de los invitados] hizo para celebrar nuestro día especial. Significó mucho para nosotros», comentó la novia después de la boda.
Pero este virus no entiende de clases, colores, credos o enamorados. Y esta historia no podía ser la excepción. Siete de los treinta intrépidos que se arriesgaron para ver cómo Matt y Jess se daban el «sí, quiero» y el «hasta que la muerte nos separe» regresaron a su país, Australia, con equipaje extra en su sistema inmunológico: un positivo por coronavirus.
Por suerte, cada uno de los individuos contagiados logró superar la enfermedad en casa, confinados y sin necesidad de ser ingresados en el hospital.
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