Un masivo entierro tiene preocupadas a las autoridades del municipio de Zona Bananera y del departamento del Magdalena, pues el muerto que reunió más de 100 personas para su despedida final era la primera víctima local del contagioso coronavirus.
Por: Infobae
El muerto era un hombre de 76 años que falleció en una clínica de Barranquilla, tenía problemas cardíacos y síntomas asociados con COVID-19, pero hasta el momento de su sepelio aún no habían llegado los resultados de las pruebas que se le tomaron para determinar que era positivo del virus.
El sepelio se llevó a cabo en el corregimiento de Tucurica, en la Zona Bananera, un municipio principalmente rural que como su nombre lo indica es una de las regiones con mayor cantidad de plantaciones de Banano en el país, histórica además porque allí se perpetró una masacre a principios de siglo, “La masacre de las Bananeras”, la cual quedó inmortalizada en la novela Cien Años de Soledad, del novel de literatura Gabriel García Márquez.
Cual pasaje sacado de la novela de García Márquez se tratara, medio pueblo asistió al entierro y solo después de haber despedido al muerto se conoció la noticia de que la razón de su partida de este mundo era la peligrosa enfermedad pandémica que tiene en emergencia al mundo entero.
Ahora, los habitantes de la Zona Bananera están asustados y reprochándose haber violado la cuarentena, que mandaba entre otras restricciones evitar las aglomeraciones de más de 50 personas y a permanecer en sus casas a menos que hubiera un motivo de fuerza mayor que los obligara a salir.
De acuerdo con la Alcaldía de la Zona Bananera, el cuerpo del difunto fue trasladado al municipio el 5 de abril proveniente de la ciudad de Barranquilla. Pero el periplo del hombre empezó desde el 13 de marzo, cuando viajó a Fundación -un municipio cercano- para una consulta médica a causa de una insuficiencia cardíaca, allí lo trasladaron a Santa Marta -capital del Magdalena- a un centro de alta complejidad y finalmente a Barranquilla, donde murió.
Solo hasta el 12 de abril en la mañana llegaron los resultados de sus pruebas, las cuales confirmaron que era positivo para coronavirus.
“Se le entrega a los familiares y no hacen la prueba, y la prueba la hacen después que hacen el sepelio, medio pueblo de la comunidad de Tucurinca hizo presencia en el velorio, entre familiares y amigos, hoy corremos el riesgo con los familiares de la persona que murió, la fuerza pública y la alcaldía ha estado al tanto de todo, nos va a tocar aislar a toda la comunidad de Tucurinca”, dijo el acalde Efraín Ortega.
Así pues, como si se tratara de la peste del insomnio que azotó Macondo en Cien Años de Soledad, todo el corregimiento deberá ser aislado, obligando a sus habitantes a permanecer confinados para evitar nuevos contagios y que el virus se siga propagando por otros lugares del Magdalena.
Infobae
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