Desde Encuentro Ciudadano alertamos a la comunidad internacional, en torno al auge de las violaciones a los derechos humanos que se han suscitado en el país en los últimos días, bajo el cobijo del mal llamado Estado de Excepción, el cual a todas luces resulta inconstitucional, ya que fue dictado por alguien que carece de la investidura para hacerlo (Nicolás Maduro no es el Presidente de Venezuela) por lo cual, de haber sido sometido a la aprobación de la Asamblea Nacional, este ente ni siquiera podría haberlo considerado. Al carecer de aprobación legislativa se configura otro elemento de inconstitucionalidad del Decreto.
En el marco de este Estado de Excepción hemos visto cómo se ha agudizado la persecución política. Se llevaron detenidos a miembros del equipo del Presidente Juan Guaidó, en particular a Juan Planchart (23/03/20), Rómulo García (29/03/20), Víctor Silio (29/03/20), Demóstenes Quijada (02/04/20) y Maury Carrero (02/04/20), así como detuvieron y posteriormente liberaron a Andrea Bianchi (30/03/20), novia de Rafael Rico. Igualmente en reiteradas oportunidades grupos violentos han realizado recorridos en las adyacencias de la casa del Presidente para amedrentar a su familia, tal como ocurrió por última vez el pasado 10 de abril.
Trabajadores de la prensa independiente han sido perseguidos, la libertad de expresión ha sido cercenada. Vemos cómo detuvieron al periodista Darvinson Rojas (21/03/20), quien fue liberado bajo medida cautelar, quedando sometido a presentación periódica ante Tribunales ; observamos también cómo fue llevada por la fuerza con la finalidad de declarar a la periodista Beatriz Rodríguez, Directora del diario La Verdad de Vargas; al igual que a los periodistas Yarnaldo Tovar y Rosalí Hernández. Denunciamos igualmente la detención de trabajadores del sector salud, como Carlos Carmona, Julio Molinos y Magalys Mendoza en Monagas y Rubén Duarte en Táchira.
La protesta y las manifestaciones también son reprimidas. Ejemplo de ello, son los graves hechos de represión contra los indígenas miembros de la etnia Wayu ocurrida en Zulia el pasado 12 de abril.
Asimismo, corre peligro la vida de nuestros presos políticos, quienes se encuentran detenidos en condiciones infrahumanas y nada les garantiza la vida y el derecho a la salud.
El régimen lejos de seguir el ejemplo de otros países, donde han liberado presos para evitar que los mismos se contagien con esta mortal enfermedad (Perú, Estados Unidos, Argentina, Turquía, Nicaragua, Irán, entre otros), cada día apresa a más dirigentes, periodistas y médicos, por un solo delito para el régimen: pensar distinto e informar la verdad. Ello a pesar de los constantes llamados a la liberación de estos presos que ha realizado Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, así como Unión Interparlamentaria Mundial, el Parlamento Europeo, etc.
Preocupa asimismo la situación y las dificultades que están pasando los venezolanos que retornar de Colombia, quienes se encuentran en campamentos o en escuelas e incluso en el piso, en la vía pública, hacinados, en condiciones infrahumanas y con riesgo de contagiarse si existen enfermos en estos espacios, por la cercanía entre ellos y las inexistentes condiciones de higiene a las cuales se encuentran sometidos.
A todo esto debe sumarse la falta de acceso a servicios esenciales, como el agua y la electricidad, y la escasez de gasolina, lo que acrecienta las dificultades de los venezolanos de permanecer en sus casas, en condiciones dignas, además de la necesidad que tiene gran parte de la población de salir necesariamente a trabajar, para buscar el sustento de su familia, al encontrarse en la diatriba entre morir de hambre o morir por COVID 19.
La falta de una política de Estado para dar atención a los venezolanos, la escasez de centros de salud suficientes y en condiciones adecuadas para atender a los enfermos, la situación de pobreza que atraviesan muchos venezolanos, las deficiencias en los servicios públicos y en el suministro de gasolina, son factores que acrecientan la crisis, convirtiendo al país en uno de los que afronta con más gravedad esta pandemia, la cual el régimen lejos de buscar solucionar, aprovecha como una oportunidad para su persecución política y su continua violación a los derechos humanos.
En Encuentro Ciudadano no podemos hacer caso omiso ante esta situación y llamamos a toda la comunidad, nacional e internacional, a alzar su voz y tomar acciones respecto a las violaciones de derechos humanos que, a diario, ocurren en el país.
Coordinación Nacional de Derechos Humanos de Encuentro Ciudadano.