Giampiero Giron, anestesiólogo y profesor italiano de 85 años, afirmó el pasado domingo, durante una entrevista con el periódico La Repubblica, que está listo para volver al quirófano a fin de ayudar a su país a combatir la pandemia del COVID-19.
«Un jefe de un hospital en Padua me preguntó si podía contar conmigo si fuera necesario. Y respondí que sí», señaló Giron, que en 1985 participó en el primer trasplante de corazón en Italia. «Siempre tengo el teléfono en la mano para responder de inmediato si es necesario», subrayó.
«Cuando decides ser médico en la vida, si es necesario, tienes que involucrarte. […] Hice [el juramento hipocrático] en 1961, pero todavía recuerdo bien de qué se trata», declaró Giron, al tiempo que agregó: «Cualquiera que tenga miedo de enfermarse, mejor que no sea médico. Las oportunidades de contraer patologías son muchas».
Aseguró además sentir que todavía puede hacer las cosas correctamente. «Ante la primera incertidumbre, me detendré», señaló el anestesiólogo, que ha continuado trabajando después de jubilarse. De momento es el director médico de una clínica privada en la ciudad de Mestre y sigue yendo a la sala de operaciones «casi todas las semanas».
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El saldo total de contagiados en Italia aumentó este lunes a 63.927, mientras que 6.077 personas han fallecido a causa de la enfermedad. Este país europeo es la nación más afectada por el covid-19, después de China, donde se originó el brote.
Con información de RT
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