La ONU urgió este lunes a los donantes a aportar de manera urgente fondos para frenar en África Oriental la actual plaga de langostas, insectos que se mueven en enjambres “del tamaño de Manhattan” y que son capaces de comer en un solo día tanto como toda la población de Kenia.
“A menos que haya una rápida respuesta, vamos a tener un problema enorme este año”, dijo el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, en una conferencia de prensa.
Lowcock, junto a expertos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se reunió este lunes con representantes gubernamentales en Nueva York para tratar de convencerles de la urgencia de donar fondos para combatir esta plaga.
La ONU solicitó a principios de año 76 millones de dólares, de los que por ahora únicamente ha logrado algo más de 20 millones, más de la mitad de aportaciones de la propia organización.
El máximo responsable de los servicios humanitarios de Naciones Unidas subrayó que, en el contexto internacional, la cantidad no es muy grande y permitiría evitar que en unos meses haya que hacer desembolsos mucho mayores para responder al riesgo de hambruna.
“El momento de actuar es ahora”, insistió Dominique Burgeon, el director de Emergencias de la FAO, que avisó de que las necesidades humanitarias serán “enormes” si no se frena esta plaga muy pronto.
La ONU recordó que en Etiopía, Kenia y Somalia, los países más afectados, viven 13 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria y, de ellas, 10 millones residen en áreas golpeadas directamente por la plaga, que amenaza con arruinar las cosechas.
Los insectos llegaron al este de África desde los desiertos de la península Arábiga, donde el paso de varios ciclones tropicales en los últimos años ha creado condiciones propicias de reproducción.
Nuevas tormentas en los países africanos complicaron aún más la situación, que no tiene precedentes en los últimos 25 años, según la ONU.
Keith Cressman, un experto de la FAO en las plagas de langostas, explicó que las langostas se mueven en inmensos enjambres, formados por cientos de millones de insectos, y que si no se actúa ahora podrían extenderse a otras zonas, incluido el norte de África y el suroeste de Asia.
“Piensen en un enjambre que cubra todo Manhattan, de sur a norte. Esto es sólo un enjambre mediano, no uno muy grande”, apuntó Cressman para ilustrar en Nueva York el tamaño de la amenaza.
Según el experto, en un solo día, un enjambre de ese tipo puede consumir tanta comida como toda la población de Kenia, un país de más de 53 millones de habitantes.
La potencial destrucción, subrayó, es “tremenda” y las consecuencias de no actuar ahora para eliminar las langostas “no pueden subestimarse”.
EFE
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