Ya no es hora de regular. Así lo cree Nicolás Alviar, el abogado representante del icónico caso contra Uber ante la Super Intendencia de Industria y Comercio, que en primera instancia ordenó el cese de operaciones de la aplicación de movilidad compartida en Colombia.
Por Linda Patiño | El Tiempo
Alviar, cofundador de la firma Alviar Tolosa y profesional de la Universidad de la Sabana, ha sido el representante y líder de la estrategia jurídica de Cotech, operadora de Taxis Libres. Desde hace cerca de cinco años ha trabajado en un proceso, que según sus clientes, lo único que busca es equilibrar la cancha y que haya igualdad de condiciones, pero que en la práctica amenaza con erradicar el servicio de Uber X y de paso el de las aplicaciones similares.
El fallo, primero en su clase, logró no solo involucrar a Uber Colombia, sino también a las empresas Uber Technologies en EE. UU. y Uber BV en Holanda. Así mismo, ofició a Claro, Movistar, Tigo y demás operadores de internet sobre su deber de bloquear el tráfico IP hacia la aplicación, en una tensión sin precedentes con los principios de neutralidad de la red.
¿Le queda un mes de vida a Uber en Colombia?
En primicia para EL TIEMPO, Alviar contó que este martes recibió la instrucción de sus clientes para demandar también a otras aplicaciones de transporte populares, específicamente a Didi, Cabify y Beat. Aunque el camino puede no ser corto, en cuestión de año y medio el especialista dice que buscará demostrar a los jueces que estos ‘servicios informales’ han minado el mercado de transporte y que la opción es regresar a un servicio ya regulado, en el que tanto usuarios como conductores son bienvenidos.
¿Cómo inició el caso?
Cotech es una de las principales firmas de taxis del país, una de las pioneras en el sistema de radioteléfonos. Esta empresa, operadora de Taxis Libres, encargó su proceso por competencia desleal a nuestra firma de abogados y para finales del 2014 arrancamos con nuestra investigación.
Buscando documentos legales a nivel internacional, encontramos que aunque dicen ser una empresa de tecnología, su estructura parece más una empresa de transporte, que divide sus funciones en otras empresas: una en Colombia, una en Holanda, que se llamada Uber Bv, y Uber Technologies Inc. en EE. UU.
En 2016, radicamos la demanda ante la SIC, en un proceso arduo y costoso en el que recogimos pruebas de EE. UU. y Holanda y realizamos sus respectivas apostillas.
Uber Bv es la que se encarga de licenciar el software, y pone a disposición de los usuarios la plataforma. Recibe los pagos y le gira a los conductores. En las audiencias, no quisieron venir a Colombia, pero participaron por medio de video llamada y resolvieron los interrogatorios que les hicimos y demás. Uber Bv es realmente el operador del servicio de trasporte. Uber Technologies Inc. es la encargada del soporte tecnológico y Uber Colombia se encarga de la promoción, de la divulgación, de la publicidad, de los medios, de la marca. Aunque son tres empresas diferentes en conjunto ofrecen es el servicio de transporte.
¿Cuáles fueron sus argumentos sobre competencia desleal?
Ellos dicen que son una empresa de tecnología y no de transporte, pero es la ley colombiana la que dice qué es una actividad transportadora: llevar a una persona del punto A al punto B sin sujeción de horarios, sin sujeción de rutas y dependiendo de la solicitud del pasajero por un cobro. Si los comparamos, ambos servicios conectan y ponen a disposición una persona para transportar a otros de un lugar a otros, la diferencia es que la una es legal, la otra no.
¿Por qué?
Porque toda empresa de transporte debe estar habilitada para prestar servicio y debe tener una infraestructura. El operar sin permiso ni licencia es una violación que genera una ventaja competitiva. Ellos nunca acogieron la normatividad.
Al saltarse la barrera regulatoria no tuvieron que invertir igual para abrirse paso en el mercado. La norma establece que no estar habilitado para prestar el servicio de transporte individual de pasajeros es una violación.
Saltarse la norma produce una ventaja competitiva ese es el punto clave. Si a él le permite trabajar y hacer su actividad sin ningún permiso pero a mí sí me lo exige el otro deja de invertir un montón de dinero para poder operar y yo sí tengo que tener una infraestructura gigante para hacerlo.
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