Casi diez años pasaron desde la onceava estrella que conquistó el Caracas Fútbol Club, aquella fue encaminada por Noel «Chita» Sanvicente», pero celebrada por quien había tomado las riendas en ese momento del conjunto avileño, Ceferino Bencomo.
Sin embargo, el triunfo se le hizo esquivo al Caracas y solo pudieron alzar una copa nuevamente en el 2013 de la mano de Eduardo Saragó, la Copa Venezuela, pero no era suficiente, tanto para la oncena como para sus hinchas, la estrella se le había perdido al equipo más ganador de Venezuela.
En el 2018 «Papá Noel» regresó a casa y alimentó de esperanzas y sueños a la fanaticada del más grande de Venezuela, aunque con un presupuesto mucho menor que el del 2009 y una situación país que los obligó a reestructurar el equipo, darle paso y oportunidad a los más jóvenes.
Una temporada que no lograron conseguir lo ansiado, llegó el apertura 2019 y la fortuna seguía sin aparecer para el Caracas, esta vez con sus hinchas llenos de molestias y reclamos quienes se convirtieron en su mayor verdugo en el Clausura. El estadio ya no estaba tan colmado como antes y los cánticos ya no eran de incentivos sino de críticas, pero los avileños no se detuvieron ni se amilanaron.
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El Caracas fue venciendo todo lo que encontró a su paso hasta posicionarse en la liguilla, dejando en el camino a Lara y luego a su más grande rival, Táchira, quedándose con el título del Torneo Clausura 2019, pero allí volvió a aparecer la rudeza de los hinchas, pues, venía la prueba de fuego, enfrentarse a Estudiantes Mérida en la final absoluta para obtener la tan aclamada estrella.
Un trapo enmarcaba la vuelta este domingo 15 de diciembre en el Estadio Olímpico de la UCV «O la estrella o nada», esta era una de las presiones que el conjunto atravesaba para definir otro paso de su historia. Un partido de idas y vueltas, destellos importantes de ambos equipos, uno de esos le permitió a Estudiantes de Mérida adelantarse en el marcador y coquetear con la estrella, así transcurrió el primer tiempo y gran parte del segundo, pero sin darse por vencidos el Caracas marcó el gol que los dejaba con vida para enfrentarse en los penales, y así fue. Ya todo quedaba en manos de los pateadores y los arqueros.
Araque quien fue figura en el apertura por taparle tres penales a Mineros de Guayana llegaba con el listón en alto, generando presión en los jugadores capitalinos; pero no fue suficiente, porque con garra y determinación cuatro de ellos lograron reventar las redes generando mayor emoción, pero del otro lado no estaban muy ajenos a la realidad, hasta que llegó el turno de Daniel Linarez, el ex Caracas que no tuvo fortuna y erró el penal; al tocarle el turno al Caracas peculiarmente un Exestudiantes, Carlos Espinoza tampoco pudo convertir desde los doce pasos.
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La tensión continuó y los dos siguientes hicieron los propio para darle un gol más a cada oncena; pero le tocó el turno a Alejandro Araque, esta vez no atajaba sino pateaba y un envalentonado Alain Baroja detuvo el misil, culminando con la tortuosa tarea y dandole el tan esperado titulo al Caracas Fútbol Club.
De esa forma el equipo se convierte en el 12 veces campeón de Venezuela, de la mano del técnico más ganador de Venezuela. Chita y Caracas fortalecen esa dupla que los hizo ser tan grandes en aquella época dorada y escriben una nueva página en este libro de ganadores.
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