Varios incendios forestales avivados por el viento se convirtieron en un gigantesco frente de llamas al norte de Sydney el viernes, inundando de un peculiar humo rojo a la mayor ciudad de Australia, capital de Nueva Gales del Sur.
El fuego ha provocado la muerte de al menos cuatro personas y ha destruido más de 680 casas en el este de Australia desde principios de noviembre, meses antes de la temporada habitual de incendios del verano austral. Las autoridades culpan de la situación a la prolongada sequía, los fuertes vientos y supuestas acciones provocadas.
El humo y las cenizas afectaron a Sydney durante gran parte de la semana, tiñendo de rojo o anaranjado el cielo durante el día, complicando la visibilidad y obligando a las personas a llevar máscaras para respirar. Imágenes de satélite publicadas en las redes sociales mostraron al humo extendiéndose por el Mar de Tasmania hacia Nueva Zelanda, a 2.000 kilómetros de distancia.
“Los gigantescos incendios de #NSW (Nueva Gales del Sur) son a veces demasiado grandes para ser extinguidos al momento”, tuiteó la Oficina Australiana de Meteorología.
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El Servicio Rural de Incendios del estado (RFS, por sus siglas en inglés) dijo en un tuit que “se unieron varios fuegos en las áreas de Hawkesbury, Hunter y la Costa Central”. El tuit incluyó un mapa que mostraba 10 focos de llamas separados conectándose a unos 50 kilómetros al norte del área metropolitana de Sydney.
El área total consumida por el fuego asciende a unas 335.000 hectáreas, agregó el RFS. Unas 500 casas en comunidades costeras a unos 350 kilómetros al sur de Sydney estaban sin electricidad, pero la compañía Endeavour Energy dijo en un tuit que no se podía recuperar el servicio hasta que la zona sea declarada segura. “Los clientes afectados deberían evaluar alojamientos alternativos hasta que vuelva la luz”, señaló.
El organismo deportivo Cricket NSW instó a los clubes a que estudien la cancelación de los partidos del fin de semana por la mala calidad del aire. “Sabemos que esto podría significar que no se jueguen algunas finales y que los jugadores se muestren decepcionados, pero nuestra principal prioridad es el bienestar de nuestras comunidades del críquet”, dijo el presidente de la entidad, Lee Germo, en un comunicado.
Por Colin Packham y Byron Kaye (Reuters)
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