Este viernes 14 de marzo, el exfutbolista y empresario Gerard Piqué ha acudido al Juzgado de Instrucción de Majadahonda para declarar en calidad de investigado por su mediación en la concesión de la Supercopa de España a Arabia Saudí. La magistrada Delia Rodrigo, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 4 de esta localidad madrileña, es la encargada de instruir la causa en la que también están implicados los expresidentes de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales y Pedro Rocha. Piqué se encuentra bajo investigación por las comisiones que su empresa, Kosmos, recibió a raíz del acuerdo que facilitó el traslado del torneo a Arabia
Piqué ha llegado poco después de las nueve de la mañana al juzgado, vestido de traje y con una sonrisa, evitando hacer declaraciones a la prensa. Ha permanecido dentro del tribunal durante casi dos horas y media y, a su salida, tampoco ha ofrecido declaraciones. Durante su comparecencia, ha respondido únicamente a la jueza, a la fiscal y a su abogado, pero no a las partes acusadoras.
Según la instrucción judicial, la RFEF incluyó en el contrato y en sus adendas una cláusula denominada «esencial», mediante la cual se garantizaba el pago de una comisión anual de 4 millones de euros a Kosmos, a pesar de que esta empresa figuraba formalmente como comisionista de la compañía saudí SELA. Este acuerdo, de haberse cumplido en su totalidad, habría generado para la RFEF unos ingresos de 400 millones de euros y para Kosmos un total de 40 millones de euros.
La defensa de Piqué ha argumentado que su intervención fue clave para cerrar el acuerdo con Arabia Saudí y que se trata de una operación habitual en este tipo de negociaciones. Según su testimonio, el pacto fue «un acuerdo entre caballeros», inicialmente verbal, y posteriormente formalizado con la empresa saudí SELA, asegurando que nunca realizó pagos ni a Rubiales ni a la RFEF. Piqué también ha defendido que la adenda al contrato original, que aseguraba el cobro de comisiones durante tres años adicionales, se firmó «por la relación de confianza» con la RFEF.
Antes de su declaración, los abogados del exfutbolista presentaron ante el juzgado 15 facturas emitidas por Kosmos a la Federación de Fútbol de Arabia Saudí (SAAF), con un importe conjunto de 12 millones de euros, con el fin de acreditar la «normalidad» de la relación contractual. Estas facturas, cuya emisión abarca desde julio de 2022 hasta enero de 2025, fueron acompañadas de comprobantes bancarios de los pagos recibidos por Kosmos en concepto de «servicios prestados». Se trata de la misma cuenta que la jueza Delia Rodrigo ordenó bloquear en abril de 2024 en el marco de la investigación.
La documentación entregada también incluye un correo electrónico de enero de 2019 de un trabajador de Kosmos dirigido a Piqué, detallando la agenda de una reunión con representantes de SELA para discutir el traslado de la Supercopa. Además, se han aportado transcripciones de conversaciones entre Piqué y Rubiales que, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, demostrarían que la intermediación de Kosmos favoreció en realidad a la RFEF y no a SELA, como se había alegado. En uno de los audios presentados como prueba, Piqué le dice a Rubiales: «Rubi, nosotros tendríamos que haber cobrado de vosotros porque os hicimos todo el trabajo… pero por el tema de que no queríais tener ninguna relación con nosotros, lo entendimos y lo cambiamos». Para la UCO, este mensaje es clave para entender la naturaleza del acuerdo y su posible irregularidad.
Además de la mediación financiera, los documentos aportados revelan que Kosmos también planeaba la organización de eventos paralelos en Arabia Saudí, como conciertos de Shakira y un partido de estrellas con la participación de Lionel Messi y Luis Suárez. Como parte de la investigación, la magistrada ha solicitado a las autoridades saudíes información sobre los depósitos bancarios de Piqué y Rubiales, con el objetivo de esclarecer los flujos de dinero derivados de la operación.
Durante su testimonio, Piqué ha mostrado momentos de gran emoción, llegando incluso a romper a llorar en varias ocasiones, tal y como han asegurado varios medios. «Se me está haciendo un daño reputacional incalculable», ha dicho con la voz entrecortada. «Me sorprende que a día de hoy se siga filtrando. Ayer mismo», ha añadido. En el tramo final de su declaración, el exjugador ha asegurado que en otro país su papel en la negociación habría sido reconocido de otra manera: «No saben el daño que me hace esto, en otro país tendría una estatua».
La declaración de Piqué se produce 10 meses después de su imputación formal y se enmarca dentro de una causa que investiga presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales en torno al traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí.
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