El comunicador de lapatilla, Rory Branker, cumplió este sábado 48 horas de desaparición forzada, luego de que dos individuos armados se lo llevaran tras presuntamente amenazarlo con enviarlo a El Helicoide, sede en Caracas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Según fuentes cercanas al caso, el pasado jueves 20 de febrero “Rory salió de su casa en Terrazas de El Ávila alrededor de las 4:00 P.M. y fue interceptado por dos individuos en moto, armados y vestidos de civil”.
En ese momento “lo pararon, le preguntaron si él era Rory Branker y lo pasaron al asiento de atrás de su carro. Uno de los individuos manejó su carro y otro se fue en la moto. Rory y su pareja iban en el asiento de atrás”.
A continuación, los trasladaron “a otro sitio en Boleíta y cambiaron a Rory de carro y le dijeron que él se iba para el Sebin”. Los desconocidos amenazaron a su pareja y le dijeron que la integridad física de Rory “dependía de que esto se supiera o no”.
Desde entonces, su pareja perdió todo contacto con Rory y su paradero permanece todavía en total incertidumbre.
Los desconocidos practicaron un allanamiento sin orden judicial en la residencia de Rory, donde obligaron a su pareja a colaborar mientras decomisaban tres computadoras y dos teléfonos. Pretendieron llevarse también algunos artículos de uso personal pero su pareja logró impedirlo.
Más temprano, dos personas habían preguntado por él en su complejo residencial, pero no lo hallaron.
Cuando se fueron de casa de Rory, los secuestradores le dijeron que se lo habían llevado a El Helicoide. Sin embargo, más allá de esas palabras, hasta ahora no hay información fidedigna sobre dónde lo tienen.
El carro que tenía al ser interceptado también desapareció.
Rory vivía con su pareja y su mamá, una persona de la tercera edad que tiene un cuadro hipertensivo y ya sufrió un ACV el año pasado.
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