Iraima Vivas, es una venezolana que en la carrera por la Casa Blanca votó por Donald Trump, pero que se confiesa sorprendida con la revocatoria de la extensión del TPS ordenada por su administración el pasado 28 de enero. “Estoy muy triste con lo que está pasando con los TPS. Siento lo mismo que todos porque a mí me afecta directamente, en mi casa, en mi familia directa, nunca pensé que tomarían esa medida. Siempre pensé que la gente buena estaría protegida”, asegura.
La medida despeja el camino para hacer que más personas sean elegibles para la deportación en el marco de la agenda de inmigración de línea dura de Trump, pues al menos unos 600.000 venezolanos que huyeron de Nicolás Maduro y la crisis socio-económica ocasionada durante la era revolucionaria, quedarían absolutamente desprotegidos.
“Es un error enorme meter en el mismo saco a delincuentes y al que está aquí trabajando honestamente y que salió de su país por necesidad. Como es un error que a otros no venezolanos y que son los que hacen los trabajos más duros aquí, les vayan a hacer igual. No es justo. Y eso no fue lo que apoyé. Es culpable Trump por no ver la diferencia, es más culpable Biden por abrir las fronteras y dejar entrar a millones sin chequear en lo absoluto quiénes eran, lo que condujo a esto y fue culpable Maduro por enviar a delincuentes con la intención de dañar a los venezolanos aquí y al gobierno de EEUU”, reflexiona Vivas.
La criolla deja claro que Trump no ganó por los latinos que votaron por él, porque, de acuerdo con las estadísticas, la mayoría votó por los demócratas. Ganó, sostiene, por los millones de norteamericanos que votaron dándole una victoria completa cansados del desastre de Biden en la economía y el caos en las fronteras, lo que llevó a tanta inseguridad en las calles. “Contra eso votaron ellos masivamente. Solo Dios sabe cómo me siento. Me van a criticar, lo asumo. Yo todavía espero que rectifiquen”, señala.
Pese al impacto que generó en la comunidad criolla con extensión en el TPS, Yesenia Lacona, experta en migración, invita a la calma en una entrevista vía Instagram con Sergio Novelli.
“El documento publicado dice que lo que está revocado temporalmente es la extensión del TPS no el TPS. El TPS no está cancelado. La vigencia es hasta la fecha que tenga. También deja claro que el próximo sábado 1 de febrero, el Departamento de seguridad nacional se debería pronunciar en relación con la extensión del que se vence en abril, añadiendo que si no se pronuncian va a tener una extensión automática de 6 meses”, precisa la experta en el tema migratorio.
Lacona interpreta que el gobierno de Trump sacudió la mesa para resaltar que no están de acuerdo con la manera como se extendió y la están descalificando. “Aparentemente ellos van a volver a diseñar una extensión, eso sí, a todas luces con tiempos y requisitos distintos. Creo que van a descalificar a quienes ingresaron por la frontera”.
Vacío en el estómago
Para algunos de los 600.000 afectados ese beneficio es lo único que les permite su permanencia legal en el país.
En entrevista para Univisión Noticias, Liskart Yepes cuenta que despertó este miércoles con el WhatsApp lleno de mensajes de inmigrantes venezolanos con Estatus de Protección Temporal (TPS) a los que ayuda con sus trámites, porque ella es paralegal. Le preguntaban si quedarían indocumentados en Estados Unidos tras el anuncio de que el gobierno de Donald Trump cancelaba la extensión del TPS dada por el expresidente Joe Biden.
Ella misma sintió el vacío en el estómago: es venezolana y beneficiaria del TPS desde abril de 2024.
«No entendemos por qué quitan la extensión al TPS. Muchos nos podríamos quedar sin estatus (…) Si lo quitan quedaré desamparada al 100%», dice Yepes, que vive en Carolina del Sur y recién el 18 de enero introdujo su petición de residencia permanente como esposa de ciudadano. Por ahora, en su día a día, asegura que sin la protección que le da el TPS no podrá renovar la licencia, que se le vence en un mes; tampoco podrá manejar. No podrá viajar a Colombia para visitar a su padre cuando estuvo enfermo, como lo hizo en agosto pasado con un permiso.
Verse en un futuro sin TPS la pone a pensar en algo tan básico como estar en Walmart haciendo la compra y que un policía le pregunte por sus papeles, sobre todo en momentos en que resuenan las noticias sobre redadas migratorias en todo el país: «¿Qué le voy a decir? ¿Que tengo que esperar dos años para que me aprueben la residencia?».
Este miércoles, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó que rescindía la extensión que Biden había dado al TPS para los venezolanos. Esta los protegía con TPS hasta el 2 octubre de 2026. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en su página informó que los venezolanos no quedarían protegidos hasta la prórroga dada por Biden, sino hasta el 10 de septiembre de 2025. En su cuenta de la red social X asegura que bajo ese estatus se encuentran miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua, que el mismo Trump declaró como organización terrorista en una de sus primeras órdenes ejecutivas.
Ahora está en manos de Noem el anuncio sobre la permanencia de esta medida y la extensión de la fecha que le permitirá a estos inmigrantes —cuyo TPS vence el 3 de abril de 2025— tener un estatus legal en el país. Junto a los venezolanos, los hondureños y los nicaragüenses son quienes están a la espera de una extensión de su TPS. Sus protecciones están vigentes hasta el 5 de julio de 2025.
Una venezolana que pidió resguardo de su identidad, asegura que prepara su retorno a Santiago de Chile, desde donde había migrado a Estados Unidos, y donde aún cuenta con parte importante de su familia. “Tengo una conocida que entró el día 18, dos días antes de la asunción de Trump, y en teoría ya es deportable”.
“Es una situación muy difícil. Todos andamos con el ánimo por los suelos. Es terrible cómo buscan a la gente. Es muy triste. Los niños presencian cómo se llevan a sus padres. Se están metiendo en los colegios. Es horrible”.
La mirada de un experto
Héctor López, especialista en el tema migratoria, asegura que las personas que tengan sus TPS aprobados hasta abril y hasta septiembre de este año, respectivamente, siguen teniendo TPS válidos y vigentes. Precisó que el estatus no se está revocando: «Lo único que se ha revocado en este punto es el decreto de extensión que había sido emitido por el secretario de Seguridad Nacional anterior».
Hasta ahora, para Yepes el TPS había sido una protección infalible. Con él pudo estudiar para hacerse paralegal y ahora puede trabajar. Gracias a este beneficio temporal ahora tiene su empresa propia, con la que ayuda a miembros de la comunidad al prepararle las planillas de impuestos por menor precio o al ayudarlos a llenar sus formularios de inmigración.
«Yo llegué aquí y he trabajado legalmente. Yo he declarado impuestos. Mi vida aquí está legal. No tengo multas, no tengo nada. Uno hace las cosas bien en este país. Y yo sé que ha entrado gente mala. Cualquier país tiene gente mala, pero ya de ahí a generalizar…», lamenta.
Biden puso en marcha medidas temporales para proteger temporalmente a los venezolanos en Estados Unidos que habían huido de su país y también para frenar la llegada de venezolanos por la frontera sur en números nunca antes vistos.
El TPS entra en la primera categoría y entre las segundas se cuenta el ‘parole humanitario’. Este permitía que una persona con estatus legal en Estados Unidos hiciera una petición de familiares o conocidos, siempre que pudiera demostrar que podía darles soporte económico por los dos años que duraba este permiso. En ese tiempo, los beneficiarios debían moverse hacia otro estatus migratorio que les permitiera quedarse de forma legal en Estados Unidos. Pero entre sus primeras órdenes ejecutivas, Trump también suspendió esta política.
«Tengo clientes que entraron con ‘parole humanitario’ y para quienes su única opción es el TPS. Tengo clientes a quienes las cortes les negaron los casos de asilo. Les quitas el asilo, les quitas el TPS. No tiene sentido, los dejas sin nada». reclama. «Creo que es jugar con la parte emocional. Les das acceso para estar aquí, que contribuyan con la economía, y luego les quitas todo».
Aunque Yepes está a la espera de la aprobación de su residencia, dice que lo único que ella misma tiene seguro es su TPS. Cuenta que esta noticia la hace sentir «como cuando te sientes protegido por tu mamá y ella se va. Nos dieron una protección, cambió el presidente y nos la quitaron como si se tratara de una cosita menor».
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