Casi desiertas y silenciosas. Así lucieron este viernes 10 de enero algunas de las principales y habitualmente bulliciosas calles de Caracas durante la ceremonia de juramentación de Nicolás Maduro para un tercer periodo consecutivo al frente del palacio de Miraflores.
Por El Tiempo
Esto, a pesar de que el Gobierno desplegó miles de funcionarios e instaló tarimas, música y demás para “celebrar” el acto, considerado ilegítimo por gran parte de la comunidad internacional y fruto de un “fraude” y de un “golpe de Estado”, como incesantemente ha denunciado la oposición, que reivindica a Edmundo González como presidente electo.
Maduro posó su mano sobre un ejemplar de la Constitución original del año 1999, supuestamente firmada por Hugo Chávez. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, sostuvo el objeto mientras los pocos asistentes presenciaban la toma de posesión, que se realizó dos horas antes de lo que se esperaba, en el Salón Elíptico, algo atípico, debido a que este acto históricamente se realiza en el hemiciclo de sesiones, debido a su amplio aforo.
Otro dato que llamó la atención es que de ser el texto primario, en esa carta magna sobre la que juró Maduro, no está contemplada la reelección indefinida.
“Le decimos al Gobierno norteamericano saliente: Se la ganamos, no pudieron con nosotros. No es un hombre, es un pueblo que se crece, porque somos ejemplo para el futuro”, dijo Maduro en medio de su investidura casi privada y con la presencia de los presidentes de Nicaragua, Cuba y el Congo, y algunos diplomáticos.
Para el próximo sexenio, Maduro propone una “gran reforma” a la Constitución, que sigue el camino de la aprobación de nuevas leyes que, según expertos, merman las libertades. Promete igualmente recuperación económica, tras pasar buena parte de sus 12 años en el poder en recesión, alta inflación y escasez. Además, habló de que se llevará a cabo un gran diálogo nacional que, según dijo, tendrá la participación de la oposición, y la realización de tres certámenes electorales en el año que cursa. Y mientras Maduro juraba, altos funcionarios de la administración de Estados Unidos anunciaban un nuevo paquete de sanciones para él y su círculo más cercano.
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Las sanciones que impuso la comunidad internacional sobre Nicolás Maduro y su círculo en Venezuela
Se trata de un paquete de medidas que incluye sanciones y recompensas contra altos jerarcas del chavismo. Entre las primeras medidas, Washington incrementó la recompensa ofrecida por la captura de Maduro y Diosdado Cabello, número dos del chavismo, a 25 millones de dólares, el máximo posible, para que respondan por tráfico de drogas. También anunciaron una nueva recompensa de 15 millones de dólares más por el arresto del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, por narcotráfico.
Todos estos anuncios se hicieron durante una rueda de prensa en Washington a la que asistieron EL TIEMPO y otros medios de comunicación. Durante la charla, estos altos funcionarios recalcaron que Estados Unidos no reconocerá el triunfo de Maduro ni le dará legitimidad. “Desde las elecciones del año pasado, Maduro y sus asociados han continuado con sus acciones represivas en Venezuela”, dijo el subsecretario interino del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Bradley T. Smith.
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